lunes, 6 de febrero de 2017

Dance! Kremlin Palace: ¿Sátira al comunismo y a la URSS?

Buenos días y gracias por pasaros a leer este blog en el que hablaré de un manga un tanto especial.

Dance! Kremlin Palace es un volumen recopilatorio de historias episódicas que "satirizan" el "comunismo" y la URSS por el mangaka Shintaro Kago, famoso por la temática eroguro de sus mangas, especialmente apegado a lo grotesco.

Malditos capitalistas de clase alta.


Es muy importante tener en cuenta que esta colección de capítulos autoconclusivos de Shintaro Kago está basado en la falsa concepción del comunismo y en los mitos que rodean aún a día de hoy a la extinta Unión Soviética y actual Rusia, es una versión enormemente exagerada, repleta de un humor de bastante mal gusto, contiene alto contenido en violencia y escenas explícitas, por lo que no es apto para cualquier público y, por supuesto, aunque me gustaría no tener que decir esto, pero me veo obligada a ello: si por algún casual, decidís leer este manga, NO os lo toméis en serio, lo plasmado en el manga NO es un reflejo del comunismo, ni del socialismo de estado, ni de la URSS, ni de los personajes históricos que aparecen en él, porque Dance! Kremlin Palace es una "SÁTIRA" a todo esto. O al menos, un intento de ello.

¿Qué es lo primero que se os viene a la cabeza al pensar en Rusia en general y que tendemos a asociar con ella? Vodka, frío siberiano, "comunismo", matrioshkas, purgas, ruleta rusa, humanos y una cultura que nos parecen de otro planeta, caos, pobreza y corrupción... En resumen: estereotipos. Pues este es el ingrediente principal para crear las estúpidas historias que conforman este manga. Se podría considerar la posibilidad de que el fin de esta obra es criticar la tergiversada visión que tenemos de esta lejana nación y de su historia y que nos negamos a abandonar para empezar a buscar la verdad detrás de tantos tópicos y falacias, así como también caricaturiza el supuesto sistema impuesto en la URSS y se ríe de lo poco humano de ese sistema y la imposibilidad de que ese "comunismo" sea implementado con éxito en la sociedad. Pero lo hace de una forma tan poco apropiada y nada profunda que provoca que lo anteriormente burlado finalmente contribuya a que nuestros prejuicios acaben reforzándose aún más y que la obra sea un burdo que no merezca mucha atención.

Este es el padre de la Revolución rusa para ti.
En sí, en cuanto a intención y premisa no está mal y es bastante diferente a lo que estamos acostumbrados, pero fracasa estrepitosamente al quedar esto opacado por las ansias de Kago de incluir violaciones y desmembramientos por doquier. Como si fuera de crucial importancia el estampar su sello en cada página del tomo para asegurarse de que nos haya quedado bien claro que estamos leyendo una de sus obras. El humor es absurdo y repetitivo carente de gracia en casi su totalidad, las bromas caen siempre en los mismos tropos rusos y pase lo que pase siempre va a haber varias violaciones de por medio, por lo que éstas ni siquiera actúan como "factor shock". Todos los capítulos siguen la misma fórmula: coger un mito sobre los rusos (normalmente los mismos mitos aparecen una y otra vez), llevarlo a extremos imposibles (que una vez visto el primero, ninguno te sorprende, todos acaban llegando al mismo sitio), asegurarse de que haya una considerable proporción violación/página, ridiculizar y reírse de todo lo hecho. Los únicos momentos rescatables son gran parte de las referencias a personas y hechos reales, que desgraciadamente no abundan. Fuera de eso, nada logra rebasar la línea de lo mediocre, salvo algún panel caído del cielo. No os dejéis llevar por las imágenes que adjunto, que son las pocas decentes y que no muestran ninguna depravación.
A diferencia del 85% del manga, estos tres paneles son puro oro.
Pese a todo el horrible contenido del manga, lo mejor que ofrece este manga es el poder ver a tus personajes rusos favoritos en acción, desde Khrushchev provocando una segunda crisis de los misiles en Cuba hasta Putin montando en bicicleta. Y cualquier persona a la que le guste la Historia sabrá apreciar esos pequeños detalles aunque exagerados y distorsionados: el Glásnot transformado en un súperpoder, líderes rusos como Gorbachev y Brezhnev son convertidos en cyborgs por los neonazis con habilidades hilarantes que referencian a los actos que le otorgaron gran parte de su fama, los espítitus de Lenin y Stalin siendo invocados por una diplómatica japonesa y una dirigente rusa para luchar entre ellos y evitar que uno u otro gane las negociaciones sobre los territorios tras la caída de la URSS, incluso Yelstin, el mismísimo Trotsky y el relativamente reciente difunto Castro tienen breves apariciones y la pequeña inclusión de un ícono como lo es Cheburashka es un gran acierto que es desaprovechado. Y la verdad es que son estos diminutos elementos los que aderezan la obra y hacen que sea posible amortiguar el tragarse tantísimas barbaridades comprimidas. Claro que si no estás familiarizado con Rusia o ni siquiera tienes interés ni conocimientos de ella, estas particularidades no tienen ninguna utilidad ni valor, siendo bastante difíciles de disfrutar. Aunque siempre puede darse el curioso caso de que estos actúen como un incentivo para empezar a interesarse por este país.


El dibujo no es nada destacable, un trazo simple, rápido, un poco caricaturesco, sin muchos detalles. Pero a veces logra tener bastante fuerza, sobre todo a la hora de dibujar a los personajes históricos, que son los que más destacan, con un estilo mucho más consistente y realista. En cuanto al diseño del resto de personajes, es bastante básico y, para variar, vuelve a tirar de estereotipos. Los fondos no son gran cosa, casi toda la acción se desarrolla en paneles blancos. Pero sí que hay algunos paisajes caóticos que son una amalgama de chistes y referencias entre los que destacan misiles americanos, meteoritos y Killer Grizzly, la emblemática especie de oso protagonista de películas, documentales y tristes noticias.


Dance! Kremlin Place es potencial desperdiciado, tirado por los suelos para optar por la vía fácil, resultando en un producto bastante mediocre y en este caso es imposible justificar esta estúpida decisión. En 190 páginas y con un tema con tantísimo jugo como este (el imperialismo, la Revolución bolchevique, la Rusia de Putin y un gran etcétera), si se hubiera centrado más en realizar una crítica social ingeniosa, entretenida y mordaz y hubiera dejado de lado el abusar de violaciones, degradación y sexualización de las mujeres como si de algo bueno y divertido se trataran éstas, el resultado final habría sido más gratificante.
 
Stalin, purge 'em all!
Como conclusión, no recomendaría especialmente Dance! Kremlin Palace a nadie. Pero sí que puede ser una opción "interesante" para los más fieles seguidores de Shintaro Kago que deseen leer todas sus obras o para aquellos amantes de la historia capaces de soportar semejante absurdez, por la curiosidad que genera el ver a personajes históricos tan controvertidos como los dirigentes de la ya extinta Unión Soviética y Rusia plasmados en un manga, pese a que sus apariciones son, por lo general, fugaces. De lo contrario, lo mejor es alejarse de este manga, totalmente prescindible.

Muchas gracias por leer. Todas las críticas son bienvenidas.
 

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